Mantener con vida a una gran ciudad requiere un flujo constante y considerable de agua. Pero, ¿Cuánta agua necesita una ciudad exactamente? Y, ¿qué actividades urbanas son las más sedientas?
La cantidad de agua necesaria para una gran ciudad varía significativamente según su tamaño, clima e industria. Sin embargo, podemos ofrecer una perspectiva general. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo medio de agua de los hogares españoles se situó en 2022 en unos 128 litros por habitante y día. Multiplicado por la población de una ciudad, esto nos da una idea del volumen sustancial que se requiere solo para uso doméstico.
Pero el consumo de agua en una metrópolis va mucho más allá de los hogares. Los sectores que típicamente demandan mayores cantidades de agua en un entorno urbano son:
- Industria: Desde la fabricación de alimentos y bebidas hasta la producción de metales y productos químicos, la industria utiliza grandes volúmenes de agua para procesos de producción, refrigeración y limpieza.
- Servicios: Hospitales, escuelas, hoteles, restaurantes y oficinas también son consumidores importantes de agua para higiene, saneamiento y diversas operaciones.
- Espacios Públicos: El riego de parques y jardines, la limpieza de calles y el mantenimiento de infraestructuras urbanas también contribuyen al consumo total.
Aunque el consumo doméstico es significativo, a menudo es la industria la que se lleva la mayor parte del pastel hídrico en las grandes ciudades. Por ejemplo, industrias como la química, la agroalimentaria y la metalúrgica figuran entre las de mayor consumo a nivel general.
Es crucial comprender estos patrones de consumo para una gestión eficiente de los recursos hídricos en las ciudades. La planificación para el futuro debe tener en cuenta tanto las necesidades de los ciudadanos como las de los diferentes sectores económicos para asegurar la sostenibilidad del suministro de agua a largo plazo. La eficiencia en el uso del agua en todos los niveles es fundamental para garantizar que las grandes ciudades puedan seguir prosperando sin agotar este recurso vital.