Las piscinas son una buena distracción para las personas, sobre todo para los más pequeños. El problema con estas, es que se debe tener un tratamiento especial para poder hacer que el agua se mantenga en un estado saludable.
El agua estancada en la piscina es susceptible de diferentes problemas, por lo que casi siempre se debe tener la vigilancia de un profesional en esta materia. Hay muchos problemas que pueden afectar el agua de las piscinas, pero unos pocos han logrado convertirse en los más habituales y por ende, en el dolor de cabeza de los propietarios.
Olor a cloro
El cloro se utiliza como un producto especial para hacer que la piscina se pueda mantener limpia, pero un uso exagerado del producto puede ser dañino para la persona, en vista de esto, se debe saber cuándo es suficiente.
Cuando hay un fuerte olor a cloro o un olor leve, pero que puede ser percibido por quien toma un baño, se está teniendo un problema con el pH del agua, el cual debe ser solucionado por medio de un ajuste en los niveles de cloro. Es posible consultar con un experto antes de realizar cualquier tipo de ajuste.
Aparición de algas
Las algas son el gran problema de las piscinas, y se han convertido en el mayor dolor de cabeza de las personas que tienen una piscina. Para la suerte de los propietarios, hay muchos productos pensados para evitar la aparición de este tipo de problemas.
Muchos de los productos están compuestos por cloro, por lo que se debe tener cuidado a la hora de utilizarlos.
Las algas pueden cambiar el color del agua de la piscina, tornándola de un trasparente o un azul claro, a un tomo verdoso, marrón o incluso negro, todo dependiendo de los niveles de suciedad de la piscina.