El dolor de garganta es una de las molestias más frecuentes de la niñez.
Muy a menudo el dolor de garganta se acompaña de fiebre, cefalea o incluso dolor abdominal.
Los lactantes rara vez tienen dolor de garganta, pero este trastorno aumenta a medida que el niño se aproxima a la edad escolar.
El dolor de garganta puede deberse a virus o a bacterias. Muchas veces, especialmente en el invierno, si el niño duerme con la boca abierta o respira por la boca, se produce resequedad e irritación de la garganta. Ambas ceden rápidamente, una vez que la faringe recobra su humedad natural.
El dolor de garganta por virus, como las demás infecciones virales, no responde a la antibioterapia y debe dejarse que siga su curso. Son útiles los líquidos fríos para calmar el dolor, así como la aspirina o el acetaminofén, que además disminuyen la fiebre.
Los niños de mayor edad y los adolescentes a menudo padecen el dolor de garganta por la enfermedad viral denominada mononucleosis infecciosa. Pese al alarmante nombre de esta afección, rara vez tiene complicaciones.
El dolor de garganta en este caso suele ser más intenso, por lo regular persiste más de una semana y el paciente puede sentirse especialmente débil. En ocasiones el bazo, un órgano abdominal puede aumentar de tamaño durante la mononucleosis por lo que el reposo es importante.
Un dolor de garganta de origen viral que no cede en espacio de una semana puede deberse al virus de la mononucleosis.
Virtualmente todos los casos de dolor de garganta de origen bacteriano son atribuibles a estreptococos. En estos cuadros está indicada la antibioterapia, a causa de 2 tipos de complicaciones. Primero, puede formarse un absceso en la garganta.
Esta complicación es sumamente rara, pero cabe sospechar de ella si el niño tiene dificultad para deglutir o salivación excesiva, y si le cuesta trabajo abrir la boca. Las segundas y más importantes complicaciones del dolor de garganta estreptocócico aparecen de una a 4 semanas después de haber cedido el dolor.
Son éstas las complicaciones que preocupan a los padres y a los médicos. Una de ellas causa inflamación renal. No es seguro que los antibióticos puedan prevenir esta complicación, pero se sabe que impiden la propagación del estreptococo a los familiares y amigos del paciente.
El máximo motivo de preocupación es el riesgo de fiebre reumática; menos frecuente hoy en día que en el pasado, pero un problema que aún es importante en muchas partes del mundo.
La fiebre reumática es una compleja enfermedad que causa inflamación dolorosa de las articulaciones, extrañas erupciones cutáneas y lesiones cardiacas en aproximadamente la mitad de sus víctimas; es evitable si la infección estreptocócica de la garganta se somete a antibioterapia.
Desafortunadamente, con base en los síntomas es imposible distinguir en definitiva si un dolor de garganta es debido a infección viral o a infección estreptocócica.
Tratamiento casero
Los líquidos fríos, la aspirina y el acetaminofén son efectivos para combatir el dolor y la fiebre. Muchos remedios caseros incluyen gárgaras de agua salada y té con miel y limón. El tiempo es lo más importante para curar el dolor; algunos pacientes encuentran que los vaporizadores hace más llevadera la enfermedad.