El mundo de los trabajos manuales es una actividad que se enseña en las escuelas desde muy pequeños, algo que enseña a los pequeños ciudadanos mediante el juego y las actividades lúdicas a desempeñar trabajos y adquirir habilidades muy valiosas cuando sean más mayores, por lo que es muy conveniente fomentar la realización de todo tipo de manualidades tanto en las escuelas como en casa.
Pocas cosas causan tanta satisfacción como ver que uno ha sido capaz de hacer algo con sus propias manos, disfrutar de cómo se va viendo el avance a medida que uno va colocando determinadas piezas, uniendo distintos materiales y creando por fin algo útil para algún fin, bien pueda ser decorar un rincón o ser utilizado posteriormente como herramienta o cualquier otra cosa.
Hay quien opina que trabajar con las manos es cosa del pasado, que solo quienes no pueden permitirse comprar las cosas tienen que usar sus manos para hacerlas, pero esa es una idea que está muy lejos de la realidad. Hacer cosas por uno mismo enriquece a quien las hace como persona, y le da un sentido de logro y una satisfacción que no se puede conseguir de otra manera, por eso las tiendas de bricolaje y las que venden artículos para montarlos uno mismo ven como cada año el número de clientes crece.
No extraña, por lo tanto, que el modelo de Ikea, que consisten en comprar el mueble desmontado, llevarlo a casa y montarlo uno mismo con la excusa de que así sale más barato, haya sido trasladado por muchos otros fabricantes de muebles, que hoy ofrecen lo que hasta hace tan solo unos años era una rareza: la posibilidad de hacer prácticamente tú mismo la composición del mobiliario de tu hogar, llegando incluso a encontrarse artículos de fontanería que se instalan con facilidad para equipar nuestras cocinas y baños.