Mar. Sep 26th, 2023

Muerte de un tejido producida por la interrupción de la circulación. Puede obedecer a un deterioro o mortificación accidental del tejido, como en las quemaduras, heridas, machacamiento o envenenamiento de la carne.

La interrupción de la circulación con la consiguiente muerte de los tejidos puede deberse a otros estados patógenos -una hernia, por ejemplo- o a defecto de irrigación sanguínea de una porción de pulmón. Enfermedades tales como la diabetes, la arterosclerosis y la enfermedad de Bright, pueden afectar a la circulación de modo similar.

La gangrena se clasifica generalmente como seca o húmeda, según fluyan de ella o hacia ella ciertos líquidos. En la gangrena seca el tejido se encoge poco a poco, y se vuelve oscuro y finalmente negro. En la húmeda el tejido se hincha, a menudo se cubre de ampollas y presenta el color característico de una magulladura.

La gangrena húmeda es más peligrosa que la seca porque ofrece más oportunidades a la infección. Como esta última puede ser falta, el medico tomara precauciones especiales para impedir la invasión bacteriana.

Con el tiempo aparece en la piel una línea roja, la línea de demarcación, que separa el tejido muerto del que puede sanar. El médico intentará salvar el tejido capaz de curarse y detener el avance del tejido degenerado o necrósico. Sin embargo puede ser necesario operar sin esperar a que aparezca la línea de demarcación, incluso sacrificando posible tejido sano.

Por Atomico