Una enfermedad que recuerda muy de cerca a la cocidioidomicosis, la histoplasmosis es probablemente la enfermedad sistémica debida a hongos segunda en cuanto a significación.
El hongo llamado histoplasma capsulato crece mayormente en suelo húmedo y la enfermedad es adquirida por la inhalación de esporos volantes de los hongos.
Esta enfermedad afecta más a menudo a los hombres que a las mujeres, y los niños de ambos sexos parecen ser más susceptibles a este moho que a cualquier otra infección micótica.
Algún tiempo atrás, la histoplasmosis era considerada rara y generalmente fatal. Durante las dos últimas décadas, sin embargo, se ha vuelto evidente que el musgo es también responsable por una forma más benigna de la enfermedad, que ha afectado a muchos miles de personas que habitan las zonas centrales del país, principalmente alrededor de los valles de los ríos Mississippi, Missouri y Ohio.
A veces la enfermedad ha alcanzado proporciones casi epidémicas. Las fases benignas de la infección atacan la piel o los pulmones, comenzando como una gripe o neumonía típica. Ulceras pequeñas localizadas aparecen en la boca o en el oído, y puede también notarse un agrandamiento de los nódulos linfáticos en esta área. Las formas más avanzadas revelan un bazo e hígado agrandados, anemia severa y fiebre irregular y emaciación.
La mayoría de estas infecciones cura espontáneamente y el uso de drogas y antibióticos es de poca ayuda. Debido a que el hongo ha sido encontrado en el suelo, en excreciones animales alrededor de las granjas y en los gallineros, las personas cuyo trabajo los pone en contacto con estos lugares deben tener especial cuidado en observar precauciones higiénicas, deben lavarse las manos antes de todas las comidas, y si fuese posible usar máscaras de gasa para prevenir la inhalación de esporos.