Las diversas estadísticas demuestran que el embarazo en las adolescentes tienen problemas médicos frecuentes en general, y obstétricos en particular, que las adultas.
En las adolescentes, se registran pocentajes significativamente mas altos de: mortalidad materna, toxemia gravídica, anemia, cesárea, desproprocion cefálico-pélvica, prematuridad, bajo peso para la edad gestacional, y morbimotalidad perinatal, entre los principales. Estas diferencias son mayores cuando el embarazo ocurre en jóvenes menores de 15 ó 16 años.
En un estudio en los que se han hecho análisis de regresión múltiple, considerando factores tales como, nivel socioeconómico, situación marital, paridad, estado nutricional, infección genital, estado emocional, y hábitos nocivos; se ha demostrado que si dichos factores son homogéneos, el embarazo en adolescentes tiene un riesgo muy similar al de las adultas.
La razón del por qué el buen nivel socioeconómcio y la atención prenatal apropiada reducen los problemas médicos asociados al embarazo en adolescentes, se debe al mejor estado nutricional y de salud pre-embarazo, que predomina en los estratos socioeconómicos más altos; y al hecho que una buena atención prenatal mantendrá una nutrición adecuada, inducirá a dejar o reducir el uso de tabaco, alcohol y otras drogas, reducirá los problemas psicosociales asociados a la gestación, y prestará atención oportuna a cualquier afección concomitante.
La adolescente embarazada menor de 15 años, sí se asocia a una mayor frecuencia de peso bajo del neonato para la edad gestacional. Varios estudios han concluido a adolescentes gestantes que aún estaban en proceso de crecimiento y se demostró lo siguiente:
a) Que el crecimiento de la madre prosiguió durante el embarazo.
b) Que las adolescentes acumularon grasa corporal de madre similar a las gestantes mayores
c) que, a pesar de un suplemento dietético adecuado, de una ganancia de peso apropaida, y del acúmulo graso correcto, los niveles asnguíneos de micronutreintes fueron bajos; y
d) Que el peso del neonato fue bajo para al edad gestacional.
Todo esto demuestra que, las adolescentes inmaduras, que aún no han completado su crecimiento y desarrollo, compiten con el feto por nutrientes para cumplir con sus propios requerimientos, ocasionando el peso bajo del neonato. Estos interesantes estudios apoyan el planteamiento, hecho años atrás por otros autores, del síndrome de «Competencia materno-fetal por nutrientes»
Por ello es de suma importancia suplementar adecuadamente la dieta de la adolescente durante el embarazo y la lactancia para cubrir las necesidades nutricionales de la madre en proceso de desarrollo y las del bebé.
Problemas Psicosociales del Embarazo en Adolescentes
Si el embarazo en el adolescente es deseado y dentro del matrimonio, no surgirán problemas psicosociales; pero si éste es no desead, no planeado y fuera del matrimonio, como sucede en la gran mayoría de los casos, entonces suelen presentarse una serie de graves repercusiones psicosociales que han sido descritas como el «Síndrome del fracaso psicosocial de la adolescente embarazada»
Los problemas psicosociales involucran a la joven madre, a su hijo, a su pareja, y a las familias de ambos. Las repercusiones en la joven madre pueden resumirse de la siguiente manera:
- Dificultad o impedimento para completar el desarrollo psicosocial normal y cubrir las necesidades personales.
- Dificultad o impedimento para completar los estudios y establecer la vocación.
- Dificultad o impedimento para continuar la actividad laboral, con compromiso de la capacidad económica.
- Dificultad o imposibilidad para constituir una familia estable.
- Dificultad o imposibilidad para criar, educar y mantener un hijo sano que alcance su verdadero potencial vital.
Estudios realizados en América latina y el Caribe han demostrado que los principales problemas asociados al embarazo en el adolescentes, son:
- Pérdida de la autonomía que obliga a las jóvenes a buscar la ayuda de sus padres, cuando estaban iniciando su proceso de independencia.
- Alteración de sus relaciones grupales por tener que interrumpir sus actividades escolares o laborales, perdiendo de esa manera un elemento de apoyo afectivo muy importante en sus vidas.
- Demora o cese del desarrollo personal de la joven madre.
- Las posibilidades de pobreza para las adolescentes que tienen un hijo son 7 veces mayores que para sus coetáneas, y aun cuando contraigan matrimonio, los salarios de la pareja serán muy inferiores en relación a sus necesidades. De ahí que el embarazo en adolescentes ha sido llamado «La puerta de entrada al ciclo de la pobreza»
- Las posibilidades de divorcio o separación del compañero son 3 veces mayores que en las uniones entre adultos.
- Las 2/3 partes de las adolescentes embarazadas no finaliza su ciclo educativo.
- Las reacciones psicológicas adversas son muy frecuentes, en especial los estados depresivos, llevando a un 13% de los casos a intentos de suicidios.
- La mayoría de las adolescentes embarazadas menores de 16 años no están motivadas ni capacitadas para ser madres.
- El desarrollo emocional, mental y psicosocial del hijo de la madre adolescente se ve comprometido en la mayoría de los casos, teniendo consecuencias adversas que perduran hasta la adolescencia o la adultez.
- En la mayoría de los casos, el padre, que también suele ser un adolescente, ve comprometido su desarrollo personal, educacional, económico y social.
- Las familias en especial la de la joven madre, son afectadas en su estabilidad, en su economía y en si situación social.
Las adolescentes embarazadas sin desearlo ni planeado y fuera del matrimonio experimenta una terrible conmoción emocional al enterarse del hecho y que, inicialmente, comparte el problema con su pareja o con una amiga íntima. En numerosas ocasiones la pareja no reconoce al niño como suyo, o no asume responsabilidad alguna, y abandona al adolescente a su propia suerte.
Con frecuencia la adolescente embarazada trata de mantener oculta la situación, lo cual entraña la interrupción de los estudios, el aislamiento del grupo de amigos, y muchas otras restricciones que afectan la vida personal de la adolescente; así como la demora en la consulta médica, lo cual atenta contra su oportuno control prenatal.
Comúnmente la adolescente no esta en condiciones emocionales para ser madre, o de hecho rechaza al «producto de su error»; y el bebé estará a cargo de esa madre con una inadecuada disposición para criarlo y/o, según el caso, bajo el cuidado de otros miembros de la familia.
Muchas de las adolescentes son capaces de continuar y completar sus estudios, de reiniciar actividades productivas y constituirse en excelentes madres.
En la mayoría de estos casos afortunados, los principales factores que contribuyen favorablemente son:
- El apoyo de la familia materna.
- El apoyo de la pareja
- Las características positivas en la personalidad de la chica, entre las que destaca una adecuada autoestima, y
- Una oportuna y apropiada consejería «integral», brindad lo más precozmente posible en el embarazo.