El sarampión es previsible. A diferencia de otras «enfermedades de la infancia», puede ser muy grave.
Es una tragedia que casi de muchos años después de autorizado el empleo de la vacuna contra el sarampión, cada año lo contraerán aún miles de niños y que incluso algunos mueran.
El sarampión es una enfermedad viral cuyas primeras manifestaciones son fiebre, debilidad, tos «metálica» seca y ojos inflamados, con comezón, inyectados y sensibles, a la luz. Estos síntomas comienzan de3 a5 días antes de la erupción.
Otro signo precoz del sarampión es la aparición de pequeños puntos blancos sobre una base roja en la mucosa de las mejillas (manchas de Koplik). Estos puntos se desvanecen cuando aparece la erupción cutánea.
La reacción cutánea ocurre aproximadamente al quinto día y tiene forma de manchas planas y rosadas. Aparece primero en el nacimiento del cabello, en la cara, el cuello y detrás de las orejas.
Las manchas, que al principio se esfuman al ser oprimidas, adquieren después un color algo más oscuro y al madurar tienden a fusionarse en placas amplias. La erupción se extiende de la cabeza al pecho, de allí al abdomen y por último a los brazos y las piernas.
Persiste de4 a7 días y puede acompañarse de comezón moderada. Las lesiones suelen adquirir cierta coloración pardusca, a medida que avanza la enfermedad.
El sarampión es una enfermedad viral sumamente contagiosa. Se propaga por medio de diminutas gotas expulsadas desde la boca o la garganta, y por contacto directo con prendas de vestir recién contaminadas con secreciones de la nariz o la garganta.
Se transmite durante el periodo que comienza de3 a6 días antes de la erupción y termina varios días después de ella. Los síntomas comienzan en la persona vulnerable aproximadamente a los 8 ó 12 días de su exposición al virus.
Son numerosas las complicaciones de sarampión; figuran como las más frecuentes, el dolor de garganta, las infecciones de: oído y la neumonía. Muchas de estas infecciones son bacterianas y precisan de anti-bioterapia. Las neumonías pueden poner en peligro la vida.
Un gravísimo problema que puede conducir a una lesión permanente es la encefalitis (infección del cerebro); cuando esta rara complicación se presenta, son necesarias medidas para mantener los signos vitales y para el tratamiento de los accesos.
Tratamiento casero
El sarampión sin complicaciones sólo requiere medidas sintomáticas. Debe administrarse aspirina o acetaminofén para combatir la fiebre, y para la tos es útil un vaporizador.
La luz tenue en la habitación del niño le resulta más cómoda, debido a la fotosensibilidad de sus ojos. En general, el niño se siente molesto. Debe permanecer aislado durante el periodo de contagio.
Inmediatamente después de los primeros síntomas en un niño, debe vacunarse a todos los que no estén inmunizados y hayan estado en contacto con el enfermo.