La atención no es una facultad de la inteligencia sino la capacidad de concentrar la mente en un objeto o situación. La mayor o menor atención que prestamos a un objeto depende del interés por el mismo.
Clases de atención
La atención en el niño aparece en su forma rudimentaria como respuesta a un estímulo, es la llamada atención espontánea a diferencia de la del adulto que puede ser voluntaria.
El niño pequeño posee un campo de atención muy estrecho, apenas puede prestarla a un solo asunto, no puede mantenerla largo tiempo pues se distrae rápidamente con la presencia de un nuevo objeto olvidando el primero.
Cuatro Dificultades provenientes de su falta de madurez. El niño obtiene diversas percepciones provenientes de sus sentidos pero no les presta larga atención porque:
1) Físicamente está imposibilitado para ello ya que no puede compartir su atención entre los estímulos provenientes de dos sentidos a la vez, por ejemplo, un estímulo auditivo y otro visual.
2) La incapacidad para la atención en los niños se comprenderá mejor si reconocemos que para atender se precisa de cierta unidad de conciencia, que todavía no posee el niño, la cual hace posible la focalización del espíritu sobre determinado punto. Por ejemplo, él no tiene unidad de conciencia para relacionar sus experiencias.
3) Solo hacia los ocho o nueve años el niño adquiere alguna perseverancia para atender porque su espíritu es capaz de mejor ilación de los hechos.
d) Hasta entonces vivía casi únicamente en el presente, con vaga idea del pasado y del futuro y en esas circunstancias es difícil hilvanar bien los acontecimientos.