A la hora de elegir el mejor revestimiento para la piscina, es muy importante tomar en cuenta que no solo está conectada con la estética de la piscina. Otros aspectos importantes a considerar en las baldosas para la piscina, son su capacidad de hermeticidad, lo complicado de su instalación, la textura y la acumulación de suciedad, entre otros.
Por esta razón es importante hacer un análisis que nos permita tomar la mejor decisión y así evitar problemas futuros. Cada tipo de baldosa tiene sus ventajas y desventajas, varían entre tamaños, formas, colores, texturas, diseños, entre otros.
Tipos de baldosas para piscina
- Gresite: es considerado el material más resistente y duradero parea colocar en una piscina. Es un tipo de material vítreo que está hecho de cristal plano fundido a altas temperaturas; tiene propiedades que lo hacen resistentes a la humedad, los productos químicos y los cambios de temperatura. Da un aspecto refinado a la piscina y permite personalizar en suelo de la piscina formando figuras con sus diferentes colores.
- Lámina armada: está hecho de material PVC, está constituido por dos capas de PVC que entre ellas lleva una malla para reforzar el material. Se puede utilizar para forrar todas las paredes y el suelo de la piscina. La ventaja de las láminas armadas, es la sensación de asentamiento de la superficie, ya que a diferencias del gresite no tiene grietas de unión. Su instalación es muy rápido y se hace a través de termo soldado capa por capa.
- Gres de porcelana: este tipo de revestimiento es muy estético, higiénico y seguro para las piscinas. Se adapta muy bien a las superficies y existe en una gran variedad de diseños y colores de todos los estilos de moda. Sin embargo, no es un material muy seguro para el exterior de la piscina.
- Poliéster: son una material que ofrece una alternativa económica y decoración clásica para las piscinas. El inconveniente de este material es su fragilidad.
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