No tiene sentido tener un gran lector de tarjetas de memoria para leer las pequeñas tarjetas microSD. La mejor solución para ello es este mini lector de tarjetas microSD, con el que podrás acceder a los datos de tu tarjeta en el portátil sin apenas ocupar espacio.
Al tener un tamaño tan reducido, una vez puesto en el puerto USB se puede dejar de forma permanente sin que molesto lo más mínimo.
Cuesta sólo $13, unos 10 euros aunque tan solo lo pueden comprar de momento en Japón, una verdadera lástima.