Dinamarca es una opción sumamente agradable para aquellas personas que desean realizar un viaje de placer o también para realizar un viaje de fin de curso. Las razones son numerosas: vestigios históricos de su pasado vikingo, una importante riqueza cultural, numerosos festivales que se llevan a cabo cada año, ciudades encantadoras y toda clase de lugares de interés que merecen una visita.
Sin lugar a dudas, uno de los atractivos daneses más sobresalientes a nivel internacional se encuentra en la ciudad de Copenhague. Se trata nada más ni nada menos que el parque de atracciones de mayor antigüedad en todo el mundo, denominado Tívoli. Está localizado en pleno centro de la capital de Dinamarca, más precisamente en una manzana del barrio de Vestebro.
Este parque de atracciones data del año 1823 y, a pesar de que sufrió múltiples modificaciones con el correr de los años, su esencia sigue manteniéndose intacta como si el tiempo no existiera en Tívoli. En una visita a este lugar es posible encontrar los tradicionales juegos y recreaciones de cualquier parque de estas características, con el plus de que su antigüedad le da un ambiente realmente único.
Descubrir este maravilloso parque no es sólo es una buena forma para divertirse al máximo, sino que también es ideal para conocer el pasado danés. La iluminación, los bonitos jardines, la decoración y las diversas estructuras que componen el Tívoli permiten a los visitantes transportarse a épocas remotas, ya que difieren en gran medida en relación con los parques de atracciones modernos.
El valor de las entradas es de 11 euros para mayores de doce años y 6 euros para niños de entre tres y once años (el precio de la entrada no cubre el ingreso a la mayoría de las atracciones y juegos del parque).