He aquí un invento tremendamente útil. ¿Cuántas veces nos ha pasado que estamos hablando por teléfono y necesitamos tomar nota de algún recado y no tenemos a mano el bolígrafo o un post-it?
Pues bien, con esto se acabará el padecer. Ya no tendrás que rayarte la mano ni forzar tu memoria para recordar el mandado. A alguien le pareció buena idea fundir una pizarra con un teléfono y éste es el resultado: la pizarra vileda con manos libres.
Su mecanismo es sencillo: por una parte, tienes el teléfono con las teclas imprescindibles para su funcionamiento y por otra, la pizarra para las anotaciones. Es a prueba de agua y suciedad.