Un pobre gato cae con su cara al suelo y todo por no calcular las cosas bien, de seguro los malos de sus amos le dieron alguna bebida embriagante y por eso el pobre gato anda así. Es muy chistosa la forma en que cae al suelo el gato porque vemos como se toma su tiempo para calcular su gran escape pero aun así no sale ileso.